Ciberviolencia de género

La integración de las tecnologías de la información y la comunicación en la vida cotidiana, se ha dado de forma paulatina, abarcando cada vez más disciplinas, profesiones y relaciones personales. Por lo que se ha convertido en un espacio ciberconvivencia que reproduce sexismo y patrones de relación que responden al mandato de género y patriarcal al igual que sucede en la convivencia off line.

La sociedad, tanto on line como off line, sigue marcada por una relación desigual de poderes, donde los hombres reciben una situación privilegiada, siendo las mujeres las relegadas a un segundo plano como (ciber)ciudadanas y en una posición desventajada: Caldo de cultivo perfecto para que surja la violencia hacia ellas.

Ésta violencia tiene múltiples formas, espacios y manifestaciones diferentes, y por supuesto, la población adolescente y joven no queda exenta de ésta desigualdad y el entorno digital tampoco.

• Cibercontrol
• Agresiones en entornos digitales dirigida hacia mujeres jóvenes y adultas, provenientes por parte de hombres tanto en el contexto de una relación de pareja o expareja o no
• Amenazas
• Sextorsión
• humillaciones
• vulneración de su privacidad y sus derechos
• divulgación sin consentimiento de imágenes íntimas para dañar su imagen pública
• geolocalización continuada
• cibercontrol o “stalkeo” de su actividad on line a fin de controlar y/o someter, permanente por parte de sus parejas hombres, hostigamiento, etc… por el hecho de ser mujeres.

El papel de los y las profesionales de la educación en el ámbito formal o no formal, es fundamental. Por ello es importante que se disponga de materiales y formación dirigida a ellos y ellas, ya que ejercen un papel fundamental en la prevención de ésta (y otras) formas de violencia.

¿Son nuevas formas de violencia machista? No, sin embargo sí son nuevos medios para ejercerla. La importancia del fomento del buen uso de la tecnología por parte de adolescentes y jóvenes, incluye sin duda la inclusión de valores como la igualdad de género, a fin de contribuir a detectar con mayor antelación la violencia de género por parte de ellas (o identificar en sí mismos por parte de los chicos, conductas machistas y de control hacia las chicas) y construir una sociedad más justa para todas las personas